No hay nada más placentero que el tacto del lujoso terciopelo.
No cabe duda de que la fabricación de este tejido es un proceso complejo, pero utilizar el terciopelo en tus proyectos de interiorismo merece más que la pena, ya que la intensidad de color que velluto ofrece es insuperable.
La fuerza del color se consigue gracias a la apretada trama de las fibras, lo que da lugar a una gama de tonos sorprendentes.
Las materias primas y los acabados del terciopelo son variados: algodón, lana, lino de seda, poliéster, viscosa, acabados lisos, estampados, jacquards, terciopelos elásticos, etc.
El reto constante del terciopelo es cómo mantener su aspecto limpio y cuidado, pero hoy en día hay muchas formas de facilitarlo. Prueba de ello es nuestra colección Venezia (con un tratamiento de teflón que repele las manchas, en más de 150 hermosos colores) y nuestro Hilton, Fábula y Agra colecciones cuya composición de poliéster se puede lavar fácilmente en frío.
En Europa, los franceses, los italianos -sobre todo en Génova, Florencia y Venecia- y los belgas siempre han sido expertos en el arte de la confección del terciopelo, aunque sus orígenes se remontan a los faraones egipcios hace más de 3.000 años.
Utilizar el terciopelo como tejido de tapicería en su casa es una gran elección. En realidad, un mueble tapizado en terciopelo (un cabecero, un sofá, unos sillones o unas cortinas) o unos cojines dispersos en terciopelo realmente realzarán el espacio, creando un aspecto elegante y único.
Equipo Coordonné
