Una cosa es decorar con abundancia de plantas y otra muy distinta es cubrir completamente las paredes con vegetación, creando la sensación de tener un jardín vertical infinito
Eso es lo que pretendemos hacer hoy. Dejarse abrumar, rodear e incluso atrapar por la vegetación... concretamente por nuestro diseño Fôret de la colección Maximalism.
Es un acto deliberado de renuncia al minimalismo.
Una llamada desesperada a la madre naturaleza que se apresura a socorrernos, cubriendo nuestros tabiques y ventanas con hojas de roble y fresno, y nos hace creer que se queda para toda la vida.
De nuevo, se trata de demostrar que el papel pintado es el contenedor, y no lo contenido. Aquí el material arquitectónico sería densas guirnaldas de árboles nobles, tan espesas que no hay espacio para que pase ni un solo rayo de luz.
Una maravilla de material que además es 100% orgánico.
#El papel pintado es arquitectura
Equipo Coordonné