Ya lo decía el libro de Junichiro Tanizaki El elogio de las sombras, cuando afirmaba que no hay nada más bello que captar el enigma de la sombra, jugando para ello con la yuxtaposición de elementos. En este sentido, el tono de la pared o la pintura puede tener un rol muy interesante por ver qué efectos produce el mobiliario o la iluminación en las paredes.
Es cierto que en occidente se premia la abundancia de la luz, pero ello no está reñido con la elegancia de los espacios pintados en colores intensamente oscuros.
Los negros de la colección Mediterranean Eco Paints son muy interesantes, puesto que tienen como elemento diferenciador que unos viran hacia verde, otros hacia azul y otros son simplemente un antónimo del blanco óptico.
Existen la siguiente versión de negros en la colección de pinturas ecológicas: Frac, Regaliz, Toro, Eclipse y Tinta y todas ellas tienen sus matices y atractivo.
Los espacios pintados en su integridad en oscuro generan un halo intenso que si reforzamos con el techo se produce un efecto cautivador. Es casi como una caja de luz donde todo queda retratado en superlativo.
