El valor añadido de un buen diseño es que el mismo esté muy bien ejecutado.
El color, la escala, las líneas y el lenguaje artístico son algunos de los elementos que hay que tener en cuenta a la hora de plantearse cómo podría funcionar un patrón o una composición.
La armonía es nuestro leitmotiv, y por eso nos encanta trabajar con muchos mood boards a la vez, produciendo diferentes borradores de la misma idea.
La perfección es un concepto subjetivo ya que no hay nada más bello que un trazo irregular
o un colorido desvaído.
El requisito principal es que, desde el principio, el diseño sea elegante, y para ello los bocetos iniciales son muy importantes.